domingo, 29 de noviembre de 2009

Family game

Juan le llama así a estos "eventos familiares" o a esos días en que uno se la pasa dando vueltas de casa en casa de familia: padres, tíos, abuela. En general él les escapaba bastante, pero no por mala intención: simplemente la dinámica de esos momentos le debería resultar agotadora. A mí nunca me molestaron demasiado, soy bastante familiera y en general me gusta estar en las reuniones, en los cumpleaños, fiestas, etc. Pero hoy lo entendí mucho a Juan y quise que todo fuese más simple.

Ninguna familia está exenta de discusiones. Algunos discuten porque se llevan mal, otros se llevan tan mal que ni siquiera discuten, eso es peor. Otros discuten porque son muchos, muy distintos, o muy parecidos. Mi familia extendida entra en alguno de estos dos últimos grupos, según el día.
El truco, aprendí hoy, es entender que si la discusión no tiene sentido para nosotros simplemente hay que dejarla pasar y tomarse muchos vasos de agua. Aprenderlo me costó algunos enojos (mío y ajenos) y hacer mucho pis después de que la discusión terminó. Valió la pena.

martes, 24 de noviembre de 2009

Dicotomiando

Ver a Coldplay o a Sabina?
(para los dos no hay presupuesto, a cualquiera hay que verlo de lejos.. cuál será mejor a la distancia?)
Comprar lámparas antes que router o viceversa?
Estudiar o juntarse con amigas?
(el tiempo no es elástico, todo junto no se puede, habrá que balancear)
Estudiar o sacar la cuenta de cuántos días faltan para que el cuatrimestre se termine?
Estudiar u ordenar los libros en la biblioteca?
(ayer elegí la segunda)
Estudiar o hacer un post?
(hoy hice un poco y un poco)
Estudiar o tener crisis porque no tengo ganas de estudiar?
(ok, mañana estudio)


martes, 17 de noviembre de 2009

Vuelve que te espero (con paraguas)

En primavera llueve mucho, este es un hecho que se suele olvidar cuando el 20 de septiembre se lanzan al aire comentarios del tipo "aaaah.. qué lindo, empieza la primavera, los pajaritos, las flores, el sol...". Esto empieza a ponerse en duda cuando el 21 (antes, cuando una era más jóven y tenía tiempo para estos eventos del tipo pic-nic primaveril) se observa el cielo con aflicción para descubrir que seguro se larga una tormenta tropical de esas que vuelan las servilletas, los vasitos de plastico y hasta los sanguchitos de miga. Por lo menos suele avisar y dar tiempo para levantar lo que queda del campamento y huir antes de que se largue. Hagan memoria, el día de la primavera suele pasar esto.

Pero aparte, en primavera llueve día por medio (menos donde hace falta, ok, las sequías son un bajón pero no estoy hablando de eso).
La lluvia sirve para que:
- En mi trabajo se inunde todo, se resuelva abrir la rejilla que hay en un cuarto y empiecen a brotar y desfilar las cucarachas como si nada (true story, pasó el viernes, por suerte no estaba).
- Las viejas salgan a pasear y mirar vidrieras con paraguas del tamaño de una sombrilla que taparía a 4 en la playa de Mar del Plata. A ver señora, en Corrientes y Gascón o modera el tamaño de su arma mortal o se moja un poco.
- Yo confiese mis traumas con el paraguas: los rompo, siempre. Los chiquitos (esos que sirven tan bien para llevar en la cartera de la dama y la campera o mochila del caballero) no me duran ni dos tormentas, los grandes duran más pero los uso menos porque son molestísimos. Debe ser por eso que duran.
- Yo confiese un segundo trauma: compartir paraguas es medio un garrón. Todo bien si quienes lo comparten tienen la misma altura (petiso-petiso o alto-alto). Otras variantes resultan casi siempre en que las petisas nos mojamos. Y no hay romanticismo o amistad que lo resuelva.
- Yo haga un post sobre la lluvia y sea lo menos original del mundo, hoy que todos hablan de ella.


domingo, 15 de noviembre de 2009

Prioridades

Todo lo que parece importantísimo un día puede resultar una boludez mirado a la luz de otras cosas que pasan al día siguiente.
Pensaba en qué ponerme para el "evento" (cómo me odié por repetir tantas veces esa palabra esta semana) porque no podía ir en jeans. Una boludez.
Pensaba en llevar paragüas por si llovía, para no llegar toda despeinada al trabajo. Otra.
Pensaba en otras boludeces en las que sigo pensando.
Porque no se puede pensar todo el día en cosas existenciales, también hay que tomar mate en una cocina o en un balcón y hablar de otras cosas, intentar aprender a escuchar con un estetoscopio y ver Valientes para que me expliquen la trama, también hay que ir a un recital y quejarse por el paro de subtes, también hay que seguir organizando fiestas, también hay que estudiar y tratar de seguir encontrándole la importancia a todas esas boludeces.

Para mis amigas (en especial para Chan) y todas las personas que quiero, con las que comparto cosas existenciales e importantísimas, pero también muchas de las mejores boludeces.


lunes, 9 de noviembre de 2009

2 do

Sin orden establecido, como siempre:

- Buscar vestido para el casamiento de Mari
- Leer y estudiar para rendir parciales hasta el 28 de noviembre
- Combinar entrega de mi flamante sillón
- Terminar con todos los pendientes en el trabajo y rogar que esta semana pase rápido y lo mejor posible
- Empezar la dieta (ver primer renglón)
- Organizar festichola de despedida de soltería para Mari
- Estudiar para rendir finales hasta el 21 de diciembre
- Pensar en mis vacaciones
- Relajarme

A ver si, (advertencia: se aproxima referencia para ñoños, si usted no lo es podría no entenderla) al mejor estilo Dumbledore, volcando estas cosas acá dejan de zumbar en mi cabeza y acosarme

lunes, 2 de noviembre de 2009

Me vi

Ayer, haciendo un trabajo para la facultad, sentada a la computadora mientras comía los restos de una picada con Oso, mientras él también estudiaba... de pronto me vi: haciendo eso mismo, "cuando sea grande", o algún día, algunos muchos días, viviendo así, trabajando así. Sentada en mi computadora y escribiendo algo para algún lugar.
Lo ví, no me pareció imposible y me gustó.
Ahora el miedito es que no pase o cómo lograr que pase.
Me tengo fé.

Estafa

Estaba pensando en escribir algo, pero sólo puedo pensar en la facultad, en las fechas y en los trabajos y parciales que faltan. Ni hablar de los finales, que al final no rendí ninguno en Julio.
Y entonces recordé, también un poco gracias a un post de Barby, que a ese ámbito le debo la última persona que odié.
La cosa fue así, ese día nos daban las notas del primer parcial de la materia difícil. Ese parcial domiciliario del que nadie estaba seguro de haber entendido bien la consigna. Me entregan mi nota: 5 y estaba de fiesta.
Al salir del aula me cruzó con laboludaquesiemprepreguntacosasdignasdeprimergrado, con la misma cara de nada de siempre. En un movimiento rápido estiré el cuello y miré su parcial: 9.
La odié, sin saber si era porque es una impostora o porque tiene demasiada suerte.