lunes, 28 de diciembre de 2009

Oh nena si

Ayer fuimos a ver a the what the fucks. Estuvo buenísimo, pero el lugar era lo más hippie que pisé en mucho tiempo*
Y eso que la semana pasada fuimos a un cumpleaños en un centro cultural con cuadros en las paredes, esculturas colgadas del techo y mucha preocupación por si los vecinos se irritaban por la gente en la calle y llamaban a la policía. Pero eso era más hippie-chic, las chicas estaban todas vestidas bastante top y la música era la de siempre.
Ayer el lugar ya daba la pauta de lo que la velada traería. Una escalera finita a la intemperie llevaba a una terraza con las paredes pintadas con dibujos locos y alumbrada por lamparitas de colores colgadas en hileras en diagonal sobre la gente. En el piso de abajo vendían cerveza y empanadas (buenísimas) con nombres como "multiverdura" y "del amor".
La primer banda que tocó estaba formada por varios personajes que miraban incesantemente al piso y -parecía- se esforzaban por hacer de su música lo más monótona y lenta posible.
La segunda atracción de la noche, igual, superó a su antecesora con creces. Cuando nos enteramos que se trataba de una "lectura", nuestro primer instinto fue preguntar por su duración. No teníamos esperanzas de que resultara entretenida, por lo que el factor tiempo pasaba a ser crucial. No nos equivocamos, la chica que leía sus poesías acompañada por guitarras se tenía menos fe que su público y hablaba tan bajito que casi daban ganas de saber qué estaba diciendo, como para pasar el tiempo aunque sea.
Por fin llegaron los whatthe y la rompieron. Por fin la gente se levantó, cantó y bailó. Y flasheó.

*Aclaro que no es un prejuicio ideológico ni nada que se le parezca lo que me lleva a describirlo, sino puro gusto por lo pintoresco

viernes, 18 de diciembre de 2009

Números no, gracias

Corría primer año de la facultad, allá por el 2005, el grupo de radio se había juntado en la casa de Lu para hacer un trabajo. Eramos 5 y habíamos pedido pizza, por lo tanto hubo que bajar a buscarla cuando llegó. Ya en el ascensor, sacando las cuentas de lo que tendría que pagar cada una, una de las chicas dijo: "Claro, 5x4= 15"(o algo así). Todas asentimos. Un tiempo cercano a un minuto pasó hasta que alguna otra iluminada corrigió: "No! 5x4=20"
Hay que entender que, además de una fuerte desorientación en muchos casos y algo de vocación en otros, una de las cosas que nos mueve a estudiar Ciencias de la Comunicación (por hablar de mi carrera, pero podría extenderse el criterio a todas las de sociales, sospecho) es un incontrolable deseo de no ver nada similar a un número nunca más. Y salvo por excepciones - alguna que otra materia se empeña en enseñar algo de estadística, cuadros y esas cosas - tenemos bastante éxito en nuestro propósito y eso nos hace felices.

Así que la próxima vez que diga "8x4=28" ya saben a qué se debe. Manéjenlo.


lunes, 14 de diciembre de 2009

Medio medio

- Dejar de leer sobre la Tele, ver mucha tele
- Dejar de leer sobre el cine, ir mucho al cine y ver muchos dvds en casa
- Dejar de leer sobre el periodismo y la literatura, leer diarios y libros y escribir por placer

Cosas que se me cruzan a menos de 24 horas del final de Historia de los Medios...


jueves, 3 de diciembre de 2009

When I'm sixty four

Hasta antes de este post, este blog llevaba 64 posts en 2008 y 64 en 2009.
Puede que sean más, los de noviembre están mal contados por Blogger.
Algún sentido de la simetría o del órden cósmico me tentaba a dejar ese contador así y no escribir más hasta enero.
Pero se hubiese notado mucho mi vagancia, porque el blog el año pasado no existió todo el año y en 2009 sí, así que tenía sentido que este año hubiese más producción. Aparte diciembre todavía puede tener cosas interesantes que merezcan ser contadas.
Listo, con esto me saco esa responsabilidad y esa duda de encima (menos mal, si no creo que hoy no dormía).