Hoy quería contar que en los últimos días, creo justamente que a causa del semi-respiro que le estoy dando a mi cerebro, toda clase de recuerdos locos empezaron a aparecerse en mi cabeza, como para decir "¡Hola, acá estoy!" y después irse por donde vinieron.
Algunas de las cosas que recordé recientemente, a raiz de casi nada que tuviese que ver con ellas.
- Con Marisol en el colegio hacíamos todos los días lo mismo: en la última hora de clase empezabamos a hacer la cuenta regresiva del tiempo que faltaba para irnos. Ella o yo, depende quién estuviese más ansiosa cada día, empezábamos a anotar sobre el banco, en lápiz los minutos faltantes. Ahí empezaba y después lo ibamos actualizando: tachando y escribiendo el nuevo número de la felicidad.
- Con mi abuelo tuvimos durante algunos años un ritual semanal. Yo tenía que ir a mi clase de canto, así que él me pasaba a buscar por casa, me llevaba hasta la de mi profesora, me esperaba (creo) durante el tiempo que durara la clase y luego nos volvíamos a casa. Se mezclan en mi recuerdo la imágen de volver sistemáticamente en taxi y la de su auto, un chevy, quizás fuese depende el día o depende la época. Lo que sí recuerdo vívidamente es que cuando llegabamos a casa, mientras merendábamos, jugabamos siempre al mismo juego. Yo traía mis peluches -eran muchos- desde mi cuarto hasta la cocina y allí montabamos una pequeña tragedia que consistía en que uno de ellos "se caía" desde la mesa al piso y los demás se organizaban cual escuadrón de rescate para subirlo. Calculo que usaríamos algún tipo de soguita, lo más probable es que fuese hilo para pizza.
1 comentario:
Melancolía!!
Me re acuerdo que cada una (en nuestra hilera de 3 bancos) escribíamos los minutos faltantes para irnos.. !! aaa qué recuerdos
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