Definitivamente no sería capaz de estudiar Filosofía.
Leyendo a Descartes y sus célebres meditaciones metafísicas, surge en mí pasada la tercera página la urgencia de gritarle: "¡Bastaaa!". No entiendo cómo logró escribir esas agotadoras páginas llenas de planteos interminables sobre las cosas ciertas, las dudosas y las que supondremos por ahora que son falsas, sin cortarse con un cuchillo para manteca.
Hablando de marcos, de condiciones materiales y de impresiones subjetivas se puede arribar a lo mismo. Prefiero -yo que no nací para filósofa- tratar con el mundo tal como es, a lo sumo estudiar cómo fue y por qué llegó a ser como hoy, y por supuesto analizar qué se podría hacer para cambiarlo.
Pero de ahí a interrogarse sobre la posibilidad de que no sea tal como lo experimentamos... creo que es un camino de ida.
Habiendo tantos por qués en la vida que no logro descifrar y que no pronostico que dejen de perseguirme, no tengo interés en sumarme preocupaciones de la índole mencionada más arriba.
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