Ya empiezan, ya se vienen. Me refiero a esas épocas, esas semanas en que la frase más usada y escuchada es "tengo que". Los compromisos de estudio, pues es a ellos a los que me estoy refiriendo en esta ocasión, nos ponen a prueba.
Desafiando las leyes del tiempo y la extensión de los días y las semanas, procuro cumplir con mis obligaciones sin dejar de hacer las cosas que me gustan. Sin dejar de vivir y distenderme aunque sea un rato, bah. La realidad es que suelo no preocuparme en demasía por estas cuestiones en general, pero sí pasa que una vez a la semana, haciendo la cuenta:
"tiempo disponible - tiempo necesario para hacer todo bien= ? " un sudor frío me corre ante el resultado negativo de dicha operación. Entonces resuelvo hacer todo lo mejor posible, aprovechar el tiempo como se pueda y relajarme...
En general, al llegar al viernes descubro que cumplí puntualmente con casi todas mis obligaciones y objetivos deseados. Entonces concluyo: que el tiempo es más elástico de lo que siempre me lo imagino o que definitivamente está de mi lado.
Les recomiendo adoptar esta filosofía a todos los que ya están, como yo, entrando en "esa época".
No se aceptan refutaciones a esta teoría, no me vuelvan loca por favor.
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1 comentario:
yo simplemente lo resuelvo con un: bue, ya fue..
la vida es así...no se puede llegar a leer TOOODO...
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