I'll be there for you...

Bueno, voy a cambiar el post porque sino corro el riesgo de paralizarme y abandonar este blog por no querer volver a entrar. Además, creo que estoy para seguir ciertos ejemplos más que dignos y comenzar a recordar desde la alegría.

Lo que no puedo es cambiar de tema. Así que voy a aprovechar para decir:

GRACIAS (así, con mayúsculas) a todos los que estuvieron y siguen estando en este momento. A veces estar es asistir a un velorio que normalmente no nos convocaría, o poner la oreja por teléfono, o mandar un mensajito, o preguntar "¿cómo estás?" o dar un abrazo o una mirada cálida. Todo eso hicieron las personas a las que les estoy agradeciendo hoy.
No se vayan muy lejos, los voy a seguir necesitando.

...

Las tres niñas éramos tres.
Ahora somos sólo dos.
Y a partir de ayer dejamos definitivamente de ser niñas.
No puedo creer que sea verdad.

Time is on my side...

Ya empiezan, ya se vienen. Me refiero a esas épocas, esas semanas en que la frase más usada y escuchada es "tengo que". Los compromisos de estudio, pues es a ellos a los que me estoy refiriendo en esta ocasión, nos ponen a prueba.
Desafiando las leyes del tiempo y la extensión de los días y las semanas, procuro cumplir con mis obligaciones sin dejar de hacer las cosas que me gustan. Sin dejar de vivir y distenderme aunque sea un rato, bah. La realidad es que suelo no preocuparme en demasía por estas cuestiones en general, pero sí pasa que una vez a la semana, haciendo la cuenta:
"tiempo disponible - tiempo necesario para hacer todo bien= ? " un sudor frío me corre ante el resultado negativo de dicha operación. Entonces resuelvo hacer todo lo mejor posible, aprovechar el tiempo como se pueda y relajarme...
En general, al llegar al viernes descubro que cumplí puntualmente con casi todas mis obligaciones y objetivos deseados. Entonces concluyo: que el tiempo es más elástico de lo que siempre me lo imagino o que definitivamente está de mi lado.
Les recomiendo adoptar esta filosofía a todos los que ya están, como yo, entrando en "esa época".

No se aceptan refutaciones a esta teoría, no me vuelvan loca por favor.

A dos pesitos el barbijo...

Ya sé, ya sé que de tanto que se habló en estos días de esto, se convirtió en un tema casi tan monótono como el clima.
"¿Viste el humo?" "¡Sí!, qué loco, ¿no?"
Pero hablando en serio (aún a riesgo de sonar repetitiva):
¿¿¿Qué onda con este humo???
El cuento de los pastizales en Zarate lo escuchamos todos.
Lo que nombro a continuación, sin embargo, son las hipótesis en las que está trabajando el instituto Hombres Unidos por la Mejora del Ozono (H.U.M.O.):
a) El calientamiento global llegó a un nivel extremo: la tierra se está quemando literalmente. Es cuestión de días hasta que comencemos a derretirnos nosotros también.
b) En Zarate se están haciendo quemas masivas, sí, pero lo que se quema no es pasto. Se presume que podría ser parte de un experimento de un grupo de científicos locos, que quieren demostrar que nos pueden dejar a todos en igual condición.
c) Los muchachos del gobierno tenían algunas cositas que tapar, y cuando un asesor de prensa les dijo que crearan una cortina de humo, se lo tomaron muy en serio.
d) Los noticieros matutinos, ansiosos de noticias frescas que combinen sus dos temas favoritos, el clima y los accidentes de tránsito, armaron una vaquita y compraron una máquina de humo que ubicaron estratégicamente cerca de la ruta 9.
e) Utilizando la misma tecnología nombrada en el ítem anterior, Coppola (Francis Ford, no Guillote) estaría aprovechando su visita por nuestro país para probar efectos especiales para su próxima película, que sería del género terror.

Las hipótesis son muchas, pero el H.U.M.O. aún no ha podido llegar a una conclusión concreta, por lo que pide encarecidamente a los lectores de este blog que aporten sus ideas y suposiciones.

High School Drama

Lo que más me molestó siempre de mis días de secundaria era el constante, cómo decirlo finamente, boludeo por parte de los profesores. Que tomar lista, que pedir la tarea, que interrogar a cada uno a ver si la hizo, que amenazar con poner "unos"...
Ufff! menos mal que esa época ya se acabó. O no. El jueves pasado, mi profesora de Semiótica 2 (materia de mi carrera, que para poder cursarla requiere tener aprobadas como 12 materias entre el cbc y la carrera), hizo todo lo arriba mencionado, en ese orden. A usted, profesora: si fue un chiste, no es gracioso. Al resto del mundo de los estudiantes universitarios: no se los deseo.
Me voy porque tengo que buscar el cuaderno de comunicaciones y pedirle a mi mamá que me firme la autorización para que me deje ir a la biblioteca de la facultad.

¿Vale estar de buen humor?

"Intenta comenzar tu día con una sonrisa, verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo" Libertad (la amiga de Mafalda)

Hoy, por diferentes razones a lo largo del día, se me dio por sonreir mucho. O sea, estoy de buen humor. Si me preguntasen exactamente el por qué de ello, no podría responder con seguridad. Creo que es una sumatoria de cosas como que estoy bien en mi trabajo, del cual hoy salí temprano (también influye mucho), de que hoy hay mucho sol y me encanta caminar por la calle cuando hay sol escuchando música, de que es Miércoles y como diría la publicidad ya falta menos para el viernes, de las personas en mi vida que me hacen bien y me dan muchos motivos para sonreir...
En fin, celebro este buen humor. Y me encantaría, si hubiese forma de hacerlo, contagiar un poco a todos. Supongo que también es por eso que lo escribo acá.

Ayer escuchaba en la radio, en un conocido programa de la mañana, un juego en que los conductores pedían que llame gente de buen humor, para intentar arrebatárselo mediante el sencillo ejercicio de leerle las peores y más destacadas noticias del día. No creo que una cosa tenga que ver con la otra. Siempre, siempre, en los diarios van a aparecer hechos poco felices. Pero si angustiarnos y ponernos de mal humor es todo lo que somos capaces de hacer con ellos, en lugar de reflexionar a conciencia, dándoles el peso que merecen, de poco sirve que leamos el diario. Yo propongo combinar ambas: es decir, una actitud informada pero no depresiva, sino activa y optimista.

Por lo menos así lo veo yo hoy, que estoy de buen humor.