domingo, 22 de febrero de 2009

Volver...

SIN la frente marchita.
Y SIN ser un canal de televisión donde pasan películas y novelas viejas...

Tiene esa mezcla de cosas, un poco de emoción al bajar del micro en Retiro, no tanto por el lugar en sí sino por el fin del -casi siempre demasiado largo- viaje en micro ;y la nostalgia de alejarse de las montañas del cuyo, que supieron ser el paisaje cotidiano por algunos días. Tiene la alegría de retornar a las cosas que quedaron en casa: la familia, las amigas que siempre tienen alguna noticia para darnos, pero también implica la obligación de romper con esa pequeña (a veces tan pequeña como dos personas) troupe de viajeros que constituía el mundo mientras el viaje duraba, a quienes se puede seguir viendo en Capital, pero a quienes sin embargo será imposible no extrañar en tanto compañeros de viaje.
Seguir de viaje está bueno, aunque no siempre sea posible.
Y volver también tiene sus cosas buenas.

Supongo entonces que lo mejor será siempre volver para poder planear otros viajes, para poder irse de nuevo en un tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te re entiendo... Yo no me quería volver de Salta pero una vez aca lo disfruté. Sin embargo creo que el año que viene VUELVO.
Beso!