Hoy me levanté a las 07.00 am, y después a las 08.00 am. Para darle mi perra al paseador y para abrirle a su regreso, respectivamente. Después seguí durmiendo como hasta las 12.00. Cuando me desperté, aún sin moverme de la cama, alterné entre capítulos viejos de mis series favoritas, y alguna película igualmente vieja. Ví de principio a fin dos de las películas que más triste me ponen ("Philadelphia" y "Quedate a mi lado"). Cuando tuve hambre - no antes - me dediqué a descongelar un pedazo de tarta de cebolla y prepararme una ensalada para mi almuerzo, que fue consumido íntegramente mientras terminaba de ver una de las mencionadas pelis. A la tarde.. ¿qué hice a la tarde?
Bueno, me tuve que ocupar de algunos quehaceres domésticos (limpiarelpatio, lavarlosplatos, ordenarmicuartoylacocina, etcétera.) Pero siempre con tanta calma y música de fondo, que estas ocupaciones resultaban casi un placer.
Qué bueno es estar sola en casa, y de vacaciones...
(Y para que mi descripción de casa sola no resulte taaan "loser", agrego que hoy a la noche vienen amigos y amigas para un asado en casa)
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