"En 1995, la prensa argentina reveló que algunos directores del Banco Nación habían recibido treinta y siete millones de dólares de la empresa norteamericana IBM, a cambio de una contratación de servicios cotizados en 120 millones de dólares por encima del precio normal.
Tres años después, esos directores del banco estatal reconocieron que habían cobrado y depositado en Suiza tales dineritos, pero tuvieron el buen gusto de evitar la palabra soborno o la grosera expresión popular coima: uno usó la palabra gratificación, otro dijo que era una gentileza, y el más delicado explicó que se trataba de un reconocimiento por la alegría de la IBM."
Tres años después, esos directores del banco estatal reconocieron que habían cobrado y depositado en Suiza tales dineritos, pero tuvieron el buen gusto de evitar la palabra soborno o la grosera expresión popular coima: uno usó la palabra gratificación, otro dijo que era una gentileza, y el más delicado explicó que se trataba de un reconocimiento por la alegría de la IBM."
Eduardo Galeano.
Del libro "Patas Arriba, la escuela del mundo al revés",
(del que saqué inspiración para el nombre de este blog)
Del libro "Patas Arriba, la escuela del mundo al revés",
(del que saqué inspiración para el nombre de este blog)
Considero que las palabras obtienen su significado no tanto del diccionario que las aprisiona para comodidad general, sino del uso que de ellas se hace y de su historia. Leyendo a Galeano ésta idea se hace muy presente y se convierte en una pregunta diaria: ¿Cómo voy a decir lo que pienso? ¿Qué estoy diciendo en realidad cuando uso tal o cual palabra? O bien: ¿Por qué el funcionario /periodista /anunciante / acusado/ acusador usó esas palabras y no otras? ¿Qué es lo que (no) quiere dar a entender?
Como estudiante de Comunicación, estas preguntas no sólo me acompañan sino que me persiguen, bien lo saben quienes me conocen.
Pero en el fondo creo que vale la pena hacérselas.
2 comentarios:
Bueno qué decir de un tema que ya hemos discutido durante interminables cervezas. Solo quiero señalar, para quien le interese, que el poder del lenguaje es un tema que también ha sido tratado por otros autores como Orwell (1984) o Bradbury (Fahrenheit 571) y por supuesto que hay mucha tela por cortar. Aunque personalmente, me gustaría señalar que en mi opinión el problema no tiene como protagonista a las palabras, sino más bien a los conceptos. La conversión de un "soborno" en una "cortesía" no solo implica un cambio semántico sino que esconde un proceso de completa transformación de la concepción social del hecho producido. Las palabras ciertamente expresan y dan forma a esos conceptos a los que nos enfrentamos, y no podemos prescindir de ellas para movilizarlos. Ahí radica su importancia
Martin
http://elplacerestuyo.blogspot.com
Hola!
Bienvenida al mundo virtual... y si a mi también me convencio y para flata de uno ya tengo como tres logs...jaja
Como colega me siento identificada con tu post...uno siempre tiene preguntas nuevas para hacer, son como un espiral ascendente sin fin que se abre en busca de verdades..que son pausibles, nunca del todo ciertas..en fin una virtud que me encanta y que me inspira a seguir en carrera.
Saludos...voy a hacer el intento de pasar seguidito por aquí
Carla
www.fotolog.com/kaoticarla
www.kaoticarla.blogspot.com
www.youtube.com/aliascharlie
Publicar un comentario