A ella se le veía una parte del escote que no tiene que verse, esa que está en el triangulito del medio, donde se puede apreciar cómo el corpiño se hunde en la piel. Era bastante vieja, no le quedaba bien.
Él estaba de traje y corbata, con chaleco gris y zapatos marrones. Lógico, como estaba con ella, también era viejo. Pero usaba uno de esos morrales de cuero medio brilloso y correa como de tira de persiana, como los que usan los pibes que estudian cine, también marrón.
Ella lo agarraba del brazo, y le hablaba mucho mucho.
Él se dejaba agarrar, y se dejaba hablar. A veces hasta le devolvía el agarre. Pero nunca nunca la miraba ni le contestaba. Miraba fijo hacia adelante, a la nada.
Ella ¿se daba cuenta de que él no le contestaba ni la miraba?
Él ¿sería mudo?
Alguno de los dos ¿se daría cuenta de que a ella se le veía todo?
miércoles, 6 de mayo de 2009
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2 comentarios:
AMO la sociología del transporte público: el viernes en el 55 una pareja de veinticincoañeros eligiendo en un libro entitulado GATOS que raza les convenía...chicos: no dan. Por suerte chan se los hizo saber , para alegría de él.
ahora que tengo usuario el creído de blogger no censura mis postes(palabra pertinente)¡yupiii!
pata-bradshaw preparate para bar-acoso
Bring it on... (frase medio malosa y encima título de genial peli de porristas)
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