El mozo que nos atendió el miércoles en Xalapa se debe haber divertido un montón, una vez que superó su odio hacia nosotras porque le insistíamos para que nos trajera nachos y no nos decidíamos sobre cuál cerveza pedir, claro.
Algunas conclusiones que puede haber sacado de los fragmentos de charla que escuchó en los -nada casuales- momentos en que pasaba o se detenía por nuestra mesa:
- Las mujeres odian a los hombres.
- Todas las mujeres tienen "temitas" en su relación con los hombres, y todos éstos tienen que ver con sus padres.
- Las mujeres (o estas cuatro) gritan mucho, sobre todo cuando cuentan el tipo de cosas que otras cuentan en voz muy bajita.
Por el bien de ese mozo, que aún tiene mucho que aprender, y el nuestro:
¡¡que se repita!!
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4 comentarios:
le encantó escucharnos.
Hay una raza especial de mozos que ama derramarse sobre las mesas de chicas tan diosas como ustedes y absorber TODA la data que pueda como una esponja. No las odia, le alegraron el día.
estaba encantado!!! yo creo q tenia ganas de largar todo a la mierda y venir a charlar con nosotras..
Dra P... qué honor usted por acá, la espero más seguido, eh!
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