Si estás vivo, y estás lo suficientemente ocupado como para andar de acá para allá todo el día, ir a trabajar, ir a la facultad, tomarte colectivos, caminar y encima charlar un rato, cosas como las siguientes pueden pasarte:
- Ser por un rato un personaje de una sit com. Puede que estés sentado en una mesa cenando tranquilamente, puede que tengas una discusión familiar en la que la razón y los argumentos estén de tu lado, pero la gravedad no. Y puede que la cosa termine con un punch line digno de Friends, como que tires una copa gigante de vino tinto directo a la pared blanca. Y no haya reidores, pero sí muchas risas.
- Ser por un rato periodista de verdad, y sentirte como en una conferencia de prensa de verdad. Cuando un músico independiente y un personaje muy querido y querible del mundo gráfico visitan tu clase de taller de gráfica, y tocan en vivo y firman el pizarrón de tu clase. Y te enseñan que no pasa nada si tu viejo es gay, o que no está bueno aprender a "amar, temer y partir", pero que sí es buenísimo tomarse a uno mismo con mucho humor y ternura.
- Ser por un rato paramédico. O Gastón Pauls. Esto pasa cuando una mujer se desmaya en el colectivo en que uno viaja y junto con los demás pasajeros la asisten y convencen al chofer y luego a ella de ir a una guardia. Todo esto un viernes a la una de la mañana.
- Ser por un rato vieja, y hablar, copa de vino en mano, con una amiga que se va a casar. Y hablar del futuro, de la vida. Y que no sea un delirio, sino una realidad que se concreta en 6 días.
Estas y muchas más... tantas cosas pasan todos los días aunque sea por un rato
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1 comentario:
Ser por un rato estrella y llegar a tu trabajo y decir "Hola, hoy renuncio" y ver cómo a tu jefe se le acaba, de un segundo al otro, todo su poder de negociación.
Ese es mi aporte
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