Me encanta la radio. Siempre que me subo a un colectivo, o incluso cuando camino por la calle, voy escuchando la radio.
Pero me dí cuenta de que a partir de las 21.00 es muy complicado hacerlo. Los programas que a mí me gustan, esos que mezclan charlas divertidas, un poco de noticias, alguna encuesta intrascendente y algo de música linda, dejan repentinamente de existir. A partir de las 21, en general, las radios se dedican a pasar música. Y esto es para mí un problema porque no me convence ninguna de las propuestas a largo plazo, entonces me aboco a hacer zapping radial. Pero cuando una pretende escuchar música de fondo, como para ir entrando en la siesta de la vuelta a casa, no es de lo más cómodo.
Así que hace poquito volví a recurrir a mi colección de música grabada en mi celular. No es mucha, pero tiene una condición que la unifica: toda fue elegida por mí.
Dejé que las canciones se sucedieran en el no-orden que se obtiene cuando se elige la opción "Reproducir todas".
Fue muy lindo. Fue como tener una radio, que me sorprendía todo el tiempo, pero siempre con cosas que me gustaban.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
che muy buen blog
saludos!!
Publicar un comentario