La vida es como una caja de bombones, decía Forrest (la mamá de Forrest, en rigor).
Alguien dijo, no sé quién, que en la vida todos los días se aprende algo nuevo.
Y aparentemente uno puede aprender en todo tipo de contextos y situaciones tan cotidianas como extrañas. La calle es un gran aula, pero no en el sentido comunmente asociado a esta idea, no me refiero a aprender a sobrevivir en la calle, de eso sigo sin tener demasiada idea. El domingo pasado tuve la oportunidad de instruirme sobre conceptos basicos - basiquísimos - de econometría, estadística y otras yerbas por el estilo.
El domingo pasado me tocó esperar durante una hora el colectivo que debía llevarme a mi casa.
A diferencia de lo que pueden estar pensando, no estaba esperando el ramal XYZ de la línea 1528 a las 3 de la mañana. No, esperaba el 71 ramal maipú en cualquiera de sus dos variantes, a las 23hs.
Durante los primeros 40 minutos, pasaron 3 colectivos cartel Panamericana, el único que no me sirve.
Luego pasó uno con el milagroso cartel azul con letras blancas que dice Maipú, pero se ve que al conductor le despertó alguna sospecha mi pinta de ladrona y no quiso parar. (!)
Luego, como no podía ser de otra forma... otro Panamericana.
Finalmente, al cabo de una hora, otro cartel azul, pero esta vez comandado por un chofer algo más piadoso que paró ante mi seña de levantar el brazo en alto en un ángulo cercano a los 45º.
Lo que ocurrió fue lo que no debía ocurrir, o lo que raramente ocurre, y acá entra la estadística.
No lo mencioné, pero lógicamente que las "enseñanzas" que pobremente supe aprehender no vinieron dal aire ni mucho menos de una vieja que esperaba conmigo en la fila. Por suerte estaba bien acompañada, justo de la persona más idonea para explicar el fenómeno que me estaba encolerizando en ese momento.
No voy a osar pretender que puedo reproducir fielmente lo que durante esa hora de clase se me explicó, por lo tanto voy a dar MI conclusión: la estadística es algo así como entender cuáles son las probabilidades de que un hecho determinado ocurra en una situación particular, estableciendo algunos supuestos base. Que la probabilidad sea baja no significa que no pueda ocurrir, como quedó demostrado para mí el domingo, y para ustedes ahora al leer esto.
Personalmente, creo que las estadísticas bien podrían aunarse con el estudio de las Leyes de Murphy, probablemente la gente las respetaría mucho más. O por lo menos las verían aplicadas con mayor frecuencia.
jueves, 24 de julio de 2008
viernes, 18 de julio de 2008
Como si nada
En Julio, hasta ahora, no pasó nada.
Si los diarios eligen qué decir y qué no... ¿por qué no puedo hacerlo yo también?
No tuve ganas de comentar los sucesos de los últimos días, y por eso... no lo hice! (esperen, me suena el teléfono... ya está, eran de TN, me quieren contratar para ser la directora de programación por mi excelente criterio en la selección de noticias)
Hoy sí, hoy es un día importante. Hoy cumplo 23 y salgo de mi ostracismo blogger para hacerlo público en este lugar.
Me hago cargo: Estoy vieja.
Y me la banco.
Si los diarios eligen qué decir y qué no... ¿por qué no puedo hacerlo yo también?
No tuve ganas de comentar los sucesos de los últimos días, y por eso... no lo hice! (esperen, me suena el teléfono... ya está, eran de TN, me quieren contratar para ser la directora de programación por mi excelente criterio en la selección de noticias)
Hoy sí, hoy es un día importante. Hoy cumplo 23 y salgo de mi ostracismo blogger para hacerlo público en este lugar.
Me hago cargo: Estoy vieja.
Y me la banco.
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