sábado, 15 de mayo de 2010

Atrasa un día

El viernes es el día radial por excelencia, me dí cuenta ayer (no es como los lunes que hay que andar con el dedo en el botón del dial constantemente para evitar conversaciones sobre fútbol harto aburridas, por ejemplo).
El problema de no saber qué escuchar a la mañana se resuelve cuando me acuerdo que en la 100 es día de clásicos y por una vez la música que pasan no dan ganas de quedarse sordo.
A la tarde, antes de que sean las 6, tampoco tengo que preocuparme demasiado por esquivar las conversaciones repetitivas de Basta de todo, porque también tienen programación especial, el ochentoso. Es una situación ideal, porque la alternativa, escuchar a la negra (que me divierte mucho) los viernes no existe, ya que la reemplazan Coco Silly &cia con esa poca gracia que ya causa escuchar qué es de macho y qué de recontraputo, cambien el chiste muchachos.
Y cuando por fin son las seis "Qué buen momento cuando es viernes y escuchás metro y medio, sonreiiiissss" es la frase que, efectivamente, me hace sonreír y olvidarme de que no es taan viernes para mí porque todavía me falta cursar hasta las 23 y el sábado a la mañana también. Muchos son los viernes de dolor de cabeza y pesadez que fueron salvados por este programa y sus hermosos jingles.

Esto no fue un espacio de publicidad encubierta, lo juro. Simplemente me gusta mucho pero mucho la radio.

viernes, 7 de mayo de 2010

Tenemos que hablar (más) de

La inseguridad, la sensación de inseguridad, los reclamos por la seguridad, la posibilidad o no de la seguridad total, las penas, los crímenes, los delitos, las ilegalidades, las personas que cometen delitos, los delincuentes y la diferencia entre estos dos, las cárceles, la eficacia o ineficacia de las cárceles, la reincidencia, la reinserción, la espectacularización de las cárceles, el programa "Cárceles", los relatos de delitos, la teatralización del afano, el lenguaje tumbero, la pretensión o aspiración a tumbero, la función social de la distancia entre ellos y nosotros, la mano dura, la discriminación, los pibes chorros, la gorrita, el paco, la calle oscura, la victimización...

A veces cuando salgo de mi clase de los jueves no se si quiero escribir un libro, escribir mi tesis, sentarme en un café o pararme en una esquina (aunque si está oscura, mejor no) a hablar interminablemente de estos temas, mandar todo a la mierda o salir a hacer la revolución.

Listo, necesitaba decirlo.